Las últimas semanas…
La última vez que escribí fue el 24 de mayo, hace exactamente 46 días. Es decir, hace un chingo, y más considerando que en febrero conseguí escribir 8 blogs.
Quizá sí me faltó un poco de disciplina para retomarlo, pero en general se debió a que tuve vacaciones y muchoooo trabajo. Así que en este blog no esperes una reflexión o idea, pues solo quiero romper mi racha al compartir cómo han sido mis últimos días.
Empecemos en orden. Estuve cinco días en la CDMX, que podrían considerarse mis primeras grandes vacaciones desde que me gradué. Me animé porque tuve suficientes excusas para ir: 1) ir a tomar fotografías análogas para la nueva colección de cuadros (coming soon), 2) visitar a Ayala, un gran amigo de la universidad que vive allá desde que nos graduamos, 3) entregar el cuadro de “Bugambilias” que Matheo me compró con mucho cariño, 4) y relajarme un poco, tomar aire fresco e inspirarme para mejores ideas, tanto para negocios de fotografía como para este blog.
Fue un viaje increíble. Prácticamente durante el día me iba por mi cuenta a visitar museos y lugares turísticos, tomando el metro, caminando, usando el Transmetro y, principalmente, rodando en la bici. No tienen idea de cuánto me encantó usar la bici para todos lados. De mis trayectos más largos, continuos y surreales en bici fue irme del Museo Soumaya a la Condesa (unos 40 minutos) y del centro de Coyoacán al Estudio Diego Rivera (unos 35 minutos). Una chinga, pero increíble que eso fuera posible.
Para mi sorpresa y buena suerte, varios amigos coincidimos en las mismas fechas y casi cada tarde o noche salimos a comer, reír y beber un rato. Disfruté mucho esos momentos de interacción con gente con la que nunca había convivido.
Se sentía muy fresco todo. Todos los días era algo nuevo: lugares, comida, amigos, experiencias, diferentes cotidianidades, olores, sonidos, pensamientos, acentos… todo era nuevo y diferente. Me gustó mucho y solo me dejó con ganas de tener más viajes. Son una inversión que totalmente lo vale.
Se me ocurrieron muchos pensamientos y preguntas estando en la ciudad (que luego las compartiré), pero la la idea principal que se plantó en mi cerebro es que ahora quiero vivir una temporada allá. 2026 me suena muy apresurado, pero 2027–28 suena bien para vivir la experiencia capitalina de una ciudad caminable y llena de cultura, experiencias y contrastes.
Pero en fin, el viaje terminó y, al regresar a Monterrey, decidí descansar una semana en la casa de mi familia sin mucho contacto con redes. Me gustó. Tranquilidad mental y comodidad, jajaja. Pero apenas fue el 10 de mayo y comenzó lo que consideraría mi mejor racha de fotografía al momento, para la cual quisiera escribir un blog específico en donde explico cómo es que siento que la logré… pues en serio fue y está siendo sesión tras sesión de todo tipo: de estudio, de evento, de producto, de boda… una locura por la cual estoy muy agradecido con todas las personas que creen en mí.
Y para finalizar, te cuento que de toda esta serie de trabajo y de platicar con gente increíble se me detonó la siguiente idea que ahora no me puedo sacar de la mente: ¿y si tengo mi propio estudio fotográfico? Para mi “yo” de inicios de año suena como toda una locura; para mi actual también… pero también ahora me tengo más fe en mí, como persona y como fotógrafo. No sé si este año, pero muy pronto.
Al momento no he hecho nada de publicidad fuera de mi trabajo y un par de stories. No es broma, ni siquiera he podido subir las fotos que tomo, ni he creado contenido, ni he tenido estrategia… y me ha ido suficientemente bien, así que me hace pensar que si le invierto un poco al marketing, I don’t know… quizá esto en verdad tiene mucho potencial. O bueno, yo sé que tiene, y no porque yo haya abierto los ojos, sino porque mis amigos que tienen más noción de negocios me dicen que tengo todo lo necesario… y ahora yo también lo veo, y debo admitir que me emociona mucho el futuro cercano. Solo necesito 3 cosas: algo de estrategia, mucha paciencia y seguir creciendo una comunidad que me apoye.
Pero en fin… Retomamos el blog. ¡Lunes y jueves!
Cuídense y gracias por leer.