Comprar no es avanzar.
Me emociona gastar
No mentiré, este blog es de mí hacia mí. Se me acelera el corazón y siento mil emociones apenas le doy clic a “comprar” o pongo el NIP en la terminal. Me siento como todo un adulto al gastar dinero, y entre más sea, más grande e importante me siento. ¿Tonto? Completamente.
Supongo que siempre nos generará un deseo y expectativa todo aquello que no tenemos y pensamos que, al comprar, llenaremos ese vacío (spoiler: seguirás vacio). Considero que en gran parte la publicidad tiene que ver en este pensamiento ¿cómo no comprar la solución si la persona del comercial se ve más feliz, , profesional, etc.?
Digamos que tú también quieres empezar tu negocio de fotografía, pero batallas para dar ese primer paso. En lugar de admitir que simplemente tienes que empezar a trabajar, te convences de que primero necesitas comprar ciertas cositas para “estar listo”. Así que optas por una nueva laptop para trabajar más cómodamente. Pero cuando la tienes, ahora te dices que necesitas un curso online de edición, porque si no, las fotos quedarán mal editadas. Luego piensas que necesitas una mejor cámara, después un sitio web, luego un lente mejor y bla, bla, bla… Las excusas nunca se acaban cuando en realidad solo se trata de no empezar.
Muchas excusas se disfrazan de planeación, aprendizaje o incluso de gasto, solo para hacernos sentir que estamos avanzando y darnos un poco de consuelo. Son una trampa, cuya única solución es hacer algo YA. Haz ese siguiente paso que realmente necesitas para empezar. Haz la llamada, toma la decisión, comprométete en algo, comparte la información, lo que sea, ¡pero hazlo ya!, etc. Puede que quizá no lo hagas de la mejor forma o que no tengas el mejor resultado, pero créeme, tener ese mínimo avance es mejor que nada.
Con el tiempo notarás que tu planeación, aprendizaje o compras fueron más ideales que realistas, y que muchos problemas los habrías descubierto si hubieras empezado antes. El perfeccionismo de sentirte suficientemente listo o preparado te paró de realmente tener un avance.
Aquí una verdad: nunca estás suficientemente listo, solo tienes que empezar con lo que tienes.
Tuve un jefe que le gustaba gastar. Adquiría sofisticados softwares y bases de datos para tener una mejor estrategia comercial, para así prospectar más y vender más… se oye bien, ¿no? El problema era que no los usaba. No los sabía usar, ni delegar bien, ni destinarle el tiempo suficiente a cada uno para aprovecharlos. Al contrario, contrataba uno, y al poco tiempo justificaba contratar otro que “ahora sí haría el jale”. Bullshit. Por más buena intención que tuviera, la verdad es que le servían para justificar que estaba trabajando en algo grande, cuando realmente no era cierto.
Y al final de cuentas, siempre ha logrado convencerse, para luego convencer a sus jefes, de que la GRAN inversión que había solicitado había valido la pena. Pues, ¿cómo no? Nadie quiere decir que pidió más de un millón de pesos y que ni siquiera recuperó su inversión; es preferible inventarse una buena historia que diga cómo bien la usó, o por qué no la usó, a decir “la cagué, qué estúpida compra”.
Querido lector, no seamos como mi jefe. Cuesta trabajo admitir que nos equivocamos, pero créeme que tendrás un mejor resultado si admites en qué la cagaste y cómo puedes equivocarte menos peor en la próxima. Y si eres de esos muy generosos, comparte qué compra estúpida hiciste con los demás.
Sí, comprar a veces sí resulta necesario. Si quieres iniciar un negocio, será muy complicado tener buenos resultados sin las cosas mínimas necesarias… pero justo requieres lo mínimo para iniciar, ¡nada sofisticado!
Si quieres empezar a hacer papas como Sabritas, no necesitas una peladora automática industrial para empezar… solo necesitas un cuchillo con algo de filo.
En lugar de lanzarte a comprar algo grande para justificarte que harás algo grande, mejor compra algo “chiquito” con el que demuestres sacarle fruto y, posteriormente, justificarte comprar algo más grande… y así, paulatinamente,
tu avance puede justificar tus compras y no tus compras comprarte tu avance.
Comprar no es avanzar a tu meta, y por supuesto, que mucho menos significa comprar tu felicidad o éxito.